<P><B>Nueva traducción de una de las novelas más emblemáticas de Margaret Atwood.</B></P> <P>El reencuentro de Elaine Risley, una artista rodeada de un aura de polémica, con el paisaje de su juventud, una Toronto que no reconoce, la evoca a explorar los quebradizos caminos de su memoria y de la forja de su personalidad. A través de las vívidas descripciones de obras de arte, la fuerza evocadora de las escenas retrospectivas y la presencia de sutiles pinceladas autobiográficas, Margaret Atwood nos ofrece una magnífica novela de aprendizaje, donde una canica ojo de gato gira y gira en un equilibrio tan precario como la vida de las mujeres, que una vez fueron niñas. Perturbadora, aunque no exenta de humor, entrañable y mordaz,<I> Ojo de gato</I> revela una escritora en permanente estado de gracia.</P> <P><B>La</B> <B>crítica ha</B> <B>dicho...</B><BR>«Atwood demuestra un talento excepcional para revelar la verdad con firmeza y sin concesiones al sentimentalismo.»<BR><I>Library Journal</I></P> <P>«Una obra de arte cautivadora.»<BR><I>Time</I></P> <P>«Un mosaico brillante y profundo. [...] El relato de la infancia de Elaine es tan real y conmovedor que dan ganas de levantarse del asiento y aplaudir.»<BR><I>The Boston Sunday Globe</I></P> <P>«Deslumbrante. [...] Atwood concibe a Elaine con el fuego transformador de un poeta y así nos la entrega, como una llama en el interior de un carámbano de hielo.»<BR><I>Los Angeles Times</I></P> <P>«Perturbadora, evocadora, desgarradora.»<BR><I>The New York Times Book Review</I></P> <P>«El mejor libro que se ha escrito en mucho tiempo sobre la amistad femenina. [...] Una novela extraordinaria, divertida y seria a la vez, rebosante de una extraña sabiduría.»<BR><I>Cosmopolitan</I></P> <P>«Un triunfo. Un libro rotundamente terso y tierno a la vez.»<BR><I>Marie Claire</I></P> <P>«Desde Graham Greene o William Golding ningún novelista había captado con tanta intensidad la relación entre maltratadores y víctimas dentro del entorno escolar... Los juegos de poder que Atwood nos describe están representados, con exquisita perversidad, por niñas.»<BR><I>Listener</I></P>