Un mosquito le ofrece su ayuda a un anciano que
quiere descubrir cuál es la carne más sabrosa, y
librarse así de una terrible serpiente que lo quiere
comer. A cambio, el anciano le da una dentadura
de hierro para que ninguna víctima se le resista,
pero el agudo insecto la utilizará para satisfacer
su voracidad desmedida...
En clave humorística, este cuento tradicional
chino, de carácter etiológico, revela por qué el
mosquito, en vez de hablar, emite un zumbido a
modo de grito de guerra y nos descubre también
por qué las serpientes comen ratones y las
golondrinas son amigas del hombre.
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