"La mescalina trepadora sabe 10 de tu oxímoron-. A partir de esta enigmática nota, Rubén -un oficinista que vive una vida que no siente como suya y que le aboca al más profundo aburrimiento- da pie a un hilo argumental en el que la intriga ante el desarrollo imprevisible de los acontecimientos permite el desfile de toda una galería de personajes: Ana, la jefa que oculta un oscuro secreto; Chus, el compañero que no le cae bien a nadie; Félix el tipo que se inventa orgías de fin de semana o Luis, escritor amateur coleccionista de películas gore. Entrevías es la historia de un conjunto de personas que convienen un espacio alienante, seres que se ven a diario pero que no llegan a conocerse. Es además una obra coral en la que el tiempo el espacio aparecen acotados -todo transcurre durante una jornada de trabajo en una oficina-, retratando, de forma crítica y mordaz, una sociedad individualista, autodestructiva y enferma. Esta historia ácida, que no deja títere con cabeza, encamina al lector hacia un final tan desconcertante como inesperado. Entrevías es, sin duda, una obra ambiciosa y actual que destaca especialmente por la técnica empleada, por la riqueza de estilos y por lo elaborado de su estructura. En ella es posible encontrar, entre otras influencias, de autores como Bret Easton Ells,Paul Auster o Thomas Pynchon.