Más conocido por sus novelas, Vicente Blasco Ibáñez fue, sobre todo, un hombre inquieto, incapaz de sustraerse a la atracción de las distancias. Con instinto nómada y aventurero recorrió diversas geografías y dio perfecto testimonio de su mirada curiosa en numerosos artículos periodísticos que, posteriormente, se convirtieron en notables libros de viajes. Es el caso de estas Crónicas sobre sus andanzas por Gibraltar, Argel, Toledo y El Escorial. En ellas Blasco entabla un diálogo con los espacios recorridos que, además de su riqueza descriptiva, destaca por desvelarnos sus inquietudes personales, sus preferencias artísticas y, sobre todo, su compromiso crítico con el mundo. A partir del contacto con pueblos y ciudades peninsulares y del Norte de África, aflora la destreza periodística del escritor para trazar reportajes de ambientes, pero también su apasionamiento para interpretar y condenar las situaciones más injustas. Recopiladas de la prensa a finales de los sesenta, estas Crónicas de viaje se ofrecen en una edición asequible al gran público, y acompañadas, por primera vez, de un aparato explicativo que permite profundizar en las quimeras de un hombre de acción empeñado en cruzar las fronteras, sintiéndose parte protagonista del mundo que le tocó vivir.