Los dibujos siempre cuentan algo de quien los dibuja, algo que se guarda
y se desea desvelar en busca de ayuda y cariño, comprensión y compañía.
Basta saber interpretarlo, conocer los arquetipos universales que se
encuentran en ellos para evitar subjetividad y saber relacionarlo con la
personalidad y entorno de quien se expresa profundamente con lo que
dibuja. Lo mismo ocurre con sus escritos, sus posturas, gestos y forma de
estar, el hecho de ser diestros o zurdos, sus gustos, hábitos, sus sueños y
cómo juega.
En definitiva, no se puede conocer bien a un hijo, un amigo o un alumno si no se sabe
interpretar los mensajes que expresa en sus dibujos, sueños, gustos, forma de escribir, juegos
y muchos más aspectos de su forma de actuar y ser.
Este libro enseña de una forma sencilla a interpretarlos en su conjunto, relacionándolos con
sus sentimientos, aspiraciones, necesidades y experiencias: una necesidad de padres, madres y
profesorado, que permite conocer de una forma única
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